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  • Educación y cárcel. Marzo-junio 2024
    Núm. 29 (15)

    La temática penitenciaria, de forma habitual, es una cuestión sensible y ampliamente cuestionada a nivel social. La condena con privación de libertad conlleva un sinnúmero de cambios, situaciones y realidades que afectan o influyen en la vida de la persona penada y su entorno; así como una serie de medidas, recursos, medios, profesionales, etc. que incurren en el proceso punitivo, en la atención durante la condena y en la proyección tras el cumplimiento de la misma. Sin embargo, desde la perspectiva educativa en general y socioeducativa en particular, este contexto constituye un campo de estudio y acción orientada a favorecer el desarrollo integral del ser humano y sus procesos de in-reserción social, independientemente donde se lleve a cabo. El abordaje es amplio y complejo, pero se erige como un reto a tratarse en el presente monográfico.

     

    Coordinadoras: Dra. Fanny T. Añaños y Dra. Elisabet Moles López. Departamento de Pedagogía, Universidad de Granada, España.

  • Cognición, aprendizaje y educación. Noviembre 2023-febrero 2024
    Núm. 28 (15)

    ¿Cómo aprende el ser humano? ¿Cuáles son los mecanismos que ocurren al interior de la mente humana para que sea posible la adquisición de conductas, conocimientos, actitudes e incluso sesgos cognitivos? Y lo que es aprendido, ¿de qué manera modifica las características cognitivas del individuo? ¿Cuál es el rol de la enseñanza formal sobre la cognición? ¿Cómo aterrizar los avances de las ciencias relacionadas con el cerebro y/o la mente humana en estrategias que favorezcan el aprendizaje? 

    El avance tecnológico, que desde el siglo pasado hemos experimentado, ha tenido un fuerte impacto en la educación y también en los hallazgos de disciplinas que, en un inicio, no se relacionaban directamente con el campo educativo, como, por ejemplo, las neurociencias. Sin embargo, actualmente se observa un interés creciente de parte de investigadores del campo de la educación en comprender la mente humana y el cerebro que aprende, ya sea que se trate de aprendizajes escolares como la lectura, la escritura y el cálculo, como también aprendizajes que permiten la convivencia social y el bienestar emocional, cuyo impacto trasciende el ámbito escolar. Así, a través del diálogo interdisciplinar, la investigación enriquece el estudio del fenómeno educativo y amplía sus posibilidades de comprensión, intervención y transformación social.

    En este número 28 de la revista electrónica Diálogos sobre Educación. Temas actuales en investigación educativadeseamos dar cuenta de hallazgos de investigación, reflexiones teóricas o ensayos en donde se aborde la relación entre las ciencias cognitivas, las neurociencias y la psicología cultural con el aprendizaje, en contextos de educación formal, no formal e informal, a través de investigación básica y aplicada.

    Coordinadores: Teresita de Jesús Montiel Ramos - Universidad de Guadalajara. Gerardo Restrepo – Université de Sherbrooke, Canadá.

  • Tránsitos educativos. Julio-octubre 2023
    Núm. 27 (14)

    Por primera vez, después de trece años, presentamos un número sin eje temático. Esta decisión fue tomada por dos cuestiones. La primera, por interés en compartir que no obstante la revista divulga cada convocatoria con un eje temático que busca entablar un debate en torno a un asunto específico del campo de los estudios educativos, recibe trabajos que exceden la propuesta monográfica y dan cuenta de una diversidad temática, de posturas epistémicas y de abordaje metodológico. Y, la segunda, celebrar que, como fruto de esa diversidad y de que la cantidad de artículos que se recibe es cada vez mayor, en adelante la revista será publicada cuatrimestralmente. Consideramos que la publicación semestral no es suficiente para difundir oportunamente los trabajos que son aceptados.

    Es así que nos complace celebrar con este número 27, que hemos titulado "Tránsitos educativos", que la publicación será más frecuente, sin desatender la calidad de lo que se publica. Sostenemos que la búsqueda sigue siendo abrir espacio para la difusión de resultados de investigaciones pertinentes, novedosas y con alto compromiso con el quehacer investigativo y el fomento de reflexiones sobre lo que ocurre en el campo de la educación.

  • La mirada metodológica en educación: visiones y perspectivas. Enero-junio 2023
    Núm. 26 (14)

     

    Pocos campos tienen una presencia tan dinámica en las ciencias sociales como el de la educación. Al tratarse de un escenario que articula, pero a la vez es articulado por distintas disciplinas, y en tanto se instituye como transversalidad común a todo fenómeno social, las epistemes que le dan lugar se extienden, contraen, hibridan y trasmutan con una rapidez asombrosa e inusitada capacidad de innovación.

    Justamente es este constante e intenso ingreso y asimilación de objetos-miradas lo que, de manera imperiosa, reclama la necesidad de construir un estado de la cuestión, un corte en el aquí y el ahora, que dé cuenta de los dilemas, vicisitudes y pragmáticas más sustanciales en torno a su construcción, su tratamiento empírico y sus posibles derivas.

    Desde ahí, y considerando la premisa de que todo problema de investigación germina de un conjunto de posicionamientos sobre lo que se considera problemático, de enunciaciones sobre cómo se conoce lo que se conoce, y sobre cómo se formulan las rutas de desmontaje que convierten los fenómenos en entidades observables, entendibles y explicables, se da por sentado que las nuevas problematizaciones en el campo de la educación no son aleatorias ni casuales sino que, por el contrario, se construyen y quedan determinadas por conjuntos particulares de principios y debates epistemológicos, y tratamientos metodológicos orientados y motivados por condiciones que le son propias y exclusivas.

    Así, este número 26 de la revista Diálogos sobre Educación. Temas actuales en investigación educativa, busca contribuir a la construcción de esta fotografía instantánea, y ha sido pensado como un espacio que permita identificar estos debates y tratamientos, enfocándose especialmente en los ejes epistemológicos y metodológicos en las agendas de investigación actuales. Esto implica desplazar el foco de interés de los resultados hacia los procesos de producción de conocimiento. Sabemos que sin metodología no hay investigación, y que las decisiones y operaciones metodológicas expresan implícita o explícitamente posiciones epistemológicas, pero no hemos discutido lo suficiente sobre estas capas del trabajo científico. Si bien siempre debiera ser relevante abordar la metodología y la epistemología, en tiempos cambiantes como los que vivimos a raíz de la pandemia, vale la pena reflexionar críticamente sobre los marcos en los cuales hacemos investigación.

     

    Coordinadores: Rodrigo González Reyes - Universidad de Guadalajara. Dorismilda Flores Márquez - Universidad La Salle Bajío.

  • Epistemologías centradas en el sujeto y producción de conocimiento en América Latina. Julio-diciembre 2022
    Núm. 25 (13)

    ¿Cómo aceptar la validez de la multiplicidad y coexistencia de epistemologías sin horadar, en ese mismo movimiento, la validez de la epistemología propia del conocimiento científico, cuya legitimidad supone, precisamente, no ser una entre otras tantas formas de conocer, sino la manera adecuada y exclusiva de hacerlo? La modernidad occidental, universalizando un tipo de sujeto, excluyó de la participación en la construcción del discurso verdadero a todas aquellas epistemologías que partían de otros supuestos, de otras ontologías, de otras relaciones consigo mismas, con la historia y con el universo. Así las cosas, huelga preguntarse:

    ¿Cómo producir conocimiento válido frente a la pluralidad de formas de conocer que pugnan por ser reconocidas en su legitimidad? ¿Cómo influye esa pluralidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje? ¿Cómo operan en esos procesos los saberes de los participantes que se tejen y entretejen en una trama en la que lo dado y lo recibido en la interacción cognitiva se combinan una y otra vez? ¿Cómo acceder al conocimiento de las prácticas, experiencias, relaciones, formas de comprender y explicar de los participantes tal como se ofrecen en los procesos de enseñanza-aprendizaje? ¿Cómo recuperar la mirada del/la otro/a latinoamericano/a y hacerla propia para mirar y mirarnos a través de ella?

    Se advertirá que esta discusión, al mismo tiempo, no puede no ser estrictamente política, en tanto y en cuanto de los niveles de participación de los que se nutran los discursos y las prácticas considerados verdaderos, dependerá el reconocimiento de las alteridades y diferencias que puede llegar, en un plano institucional como lo supone la educación y las políticas públicas, de buscar borrarlas a intentar protegerlas.

    Desde esta perspectiva, el centramiento en el sujeto al que se invita a partir de este eje temático equivaldría a un descentramiento de un tipo de subjetividad, para proponer en su lugar un espacio abierto a la participación variada y diferente de subjetividades diversas y sus formas de relacionarse y construir la verdad y el mundo.

    El lugar protagónico históricamente concedido al sujeto cognoscente comienza a ser resistido por quienes intentan ya sea mostrar las múltiples formas de conocer y de producir conocimiento, ya sea escuchar las voces vedadas, acalladas, oscurecidas, opacadas, rechazadas, desoídas por el concierto totalizante de voces autorizadas, legitimadas, aprendidas, reiteradas del coro de las epistemologías tradicionalmente adoptadas. La recuperación de esas formas de conocer ignoradas reclama al mismo tiempo: a. una previa descolonización, ruptura, revisión, objeción epistemológica y metodológica, y b. la formulación de propuestas que admitan la pluralidad de epistemologías y metodologías como expresión de la diversidad de etnias, pueblos, culturas, utopías, cosmogonías, creencias,  formas de ser y de estar en el mundo y en los diversos mundos. 

    La producción científica de las ciencias sociales se enfrenta, así, a grandes y paradójicos desafíos como el marcado por la tensión entre la creación y la legitimación. Esa tensión abarca un amplio espectro que va desde las epistemologías, teorías, estrategias de recolección y análisis de datos, hasta los modos de concebir, construir y emplear los datos, las formas y criterios de validez y los regímenes de verdad.

     

    Coordinadores: Irene Vasilachis. CEIL-CONICET, Argentina. Mariano R. Gialdino. CEIL-CONICET, Argentina.
  • Escuela, violencias y experiencias. Enero-junio 2022
    Núm. 24 (13)

    La escuela, como territorio, se construye a través de la relación entre diversas experiencias, es el centro de producción de subjetividades que se pondrán en juego el resto de la vida (tanto en términos del uso de unos saberes técnicos mínimos para el ejercicio de la ciudadanía política, como en la formación de “recursos humanos” para la producción económica). La modernidad, en su diseño disciplinario y panóptico, tenía claros los objetivos de la operación del dispositivo escolar, produciendo estudiantes (y, sólo por extensión, jóvenes) obedientes, dedicados, atentos y dispuestos al aprendizaje.

    Esta totalización tiene que ver con la disminución de variabilidad, con la eliminación de la diversidad, en síntesis, con la uniformación de los estudiantes, la tendencia hacia una unidimensionalidad que extirpa o trata de extirpar otras experiencias, sometiendo a los estudiantes a la crudeza de la exclusividad de la vivencia escolar, mutilando la riqueza subjetiva que se manifiesta, entonces, en formas de resistencia, las cuales, para mantener la unidimensionalidad de la experiencia escolar, deben ser sancionadas. Por ello la escuela es un lugar de formación disciplinada, plagada de reglamentos y prohibiciones que buscan la construcción positiva de un sujeto normal.

    La violencia social, ejercida por el sistema de sociedad, enmarcado en un capitalismo de consumo que agrega nuevas formas de estratificación además de las de clase, etnia o raza y género, permea a la escuela y promueve formas de violencia aparentemente exclusivas al territorio escolar: el llamado bullying, o violencia entre pares, la violencia antiescolar,  identificada como la acción directa contra la escuela, desde lo material hasta lo simbólico; en esta violencia se entrelazan las fuentes de la violencia social (la desigualdad social) con las diferencias culturales entre la experiencia social y la experiencia escolar, es decir, la disparidad entre los capitales simbólicos adquiridos previamente a la experiencia escolar y sus choques en la simultaneidad de las experiencias.

    El bullying parece la cuartada perfecta para ocultar violencias más estructurales, tanto como síntoma y su mutación mediática, para promover unas selecciones institucionales que dejen de lado asuntos más fundantes, como la transformación del dispositivo escolar. Con esta violencia, el dispositivo escolar, como proceso, busca aferrarse a su forma disciplinaria en un contexto social donde las infancias y juventudes deben ser contenidas, en un ambiente socioeconómico donde no se les puede asegurar trabajo ni estudio superior. Y la circularidad viciosa en la que se encuentra la sociedad actual asfixia la escuela, una institución que es cada vez más necesaria para encauzar a los jóvenes ante una familia depredada por las condiciones sociales. Porque la escuela es una herramienta de contención de los entornos peligrosos, ahí infancia y juventudes se encuentran en un lugar seguro, donde pueden vincularse con sus pares de otra manera, según otras reglas del juego que afuera serán revocadas. Esa dicotomía dentro-fuera es el drama más consistente de la escuela, sobre todo si se entiende a la escuela según sus relaciones con la violencia social que le brinda contexto.

    Las condiciones actuales que vive México respecto a la violencia han complejizado el fenómeno más allá de un síntoma de descomposición social, que, si bien es patente, las formas de la violencia contemporánea la han convertido en una forma autónoma de sus fuentes, es decir, está más allá del síntoma para convertirse en forma social. Aunado a esto, es necesario observar cómo se ha afectado la experiencia escolar y social en sus especificidades bajo el contexto de la crisis sanitaria provocada por la pandemia COVID-19, que ha desplazado el territorio escolar a otros territorios como el ciberespacio y el hogar.

     

    Coordinador del número: Hugo César Moreno Hernández
  • Prácticas de lectura y escritura. Sujetos, materialidades, literacidades. Julio-diciembre 2021
    Núm. 23 (12)

    A lo largo del tiempo, las prácticas de lectura y escritura han estado intrínsecamente ligadas a procesos civilizatorios de gran envergadura. Los rituales, cánones, dispositivos, procesos de apropiación, lo mismo que las dinámicas que las influencian y tienden a modelarlas, conforman un objeto de estudio que aporta a la comprensión de proyectos culturales de sociedades enteras. Dada su complejidad, su análisis precisa para su desarrollo, perspectivas teóricas interdisciplinares y de marcos metodológicos diversos.

    Las significativas transformaciones de estas prácticas, asociadas al crecimiento exponencial de información y la ubicua presencia de tecnologías digitales, emplazan interrogantes de gran relevancia para la investigación educativa: presenciamos cambios en los soportes de lectura y escritura, diversificación de lógicas editoriales y de consumo, preminencia de lenguaje audiovisual en la producción de contenidos y expresión de ideas, combinación de géneros textuales, distintos esquemas perceptivos, requerimientos éticos y formas de autoría. Asistimos igualmente al declive de antiguas jerarquías y referentes, lo mismo que de hábitos, ritmos, tiempos y espacios considerados en otro tiempo propicios para la lectoescritura.

    En el ámbito escolar, es posible identificar transiciones relevantes en diversos planos:  procesos de enseñanza-aprendizaje, modalidades educativas, formas de gestión docente, evaluación de desempeño, estructuras y andamiajes institucionales, lo mismo que los usos y apropiaciones de diversos dispositivos técnicos para el manejo de información y la producción de conocimientos. Otros descentramientos ocurren en espacios laborales, principalmente donde las prácticas de lectura y escritura se encuentran sometidas a reglas institucionales, ya sean tácitas o explícitas, por considerarse indicadores de competencias de ejercicio profesional. Paulatinamente, se recomponen ciertas prácticas de lectura y escritura vernáculas, aquellas que surgen y se desarrollan fuera de ámbitos institucionales. Son prácticas autogeneradas a partir de motivaciones individuales o de grupo, que no se encuentran sujetas a reglas o cánones rígidos. Pueden ser tan variadas como los propósitos que las animan y los contextos en los que tienen lugar; frecuentemente menospreciadas, adquieren sin embargo enorme relevancia en el plano del análisis cultural.

    Por otra parte, la progresiva intersección entre contenidos de cultura popular y textos científicos promueve una creciente hibridación de prácticas; este fenómeno social resulta evidente en las formas de producción y recepción de lo textual con procedimientos distintivos del hipertexto, y en la creciente mediación de plataformas digitales gobernadas por algoritmos, donde se despliegan parte importante de las consultas en bases de datos de toda índole, tanto las de sociabilidad como las consideradas profesionales o académicas, que pueden ser a la vez base de interacciones sociales entre los sujetos que en ellas leen y escriben.

    Coordinadoras del número: Diana Sagástegui Rodríguez, Yolanda González de la Torre y Myrna Carolina Huerta  

     

     

     

     

     

     
  • Educación y pandemia. Prácticas y desafíos educativos en tiempos de COVID-19. Enero-junio 2021
    Núm. 22 (12)

    En las últimas semanas la sociedad en su conjunto ha vivido múltiples circunstancias desafiantes a causa del virus SARS-CoV-2, que no sólo ha producido un problema sanitario de alcance mundial, sino que además ha trastocado (tal vez irreversiblemente) aspectos sociales tan amplios y fundamentales como la economía, el comercio, el turismo y por supuesto la educación. Estos cambios han implicado, entre otras cosas, nuevos retos educativos para atender la necesidad de prevenir la enfermedad manteniéndonos en casa, y al mismo tiempo seguir ofreciendo y desarrollando actividades y procesos educativos en todos los niveles escolares.

    La pandemia por COVID-19 ha develado y puesto a prueba las capacidades operativas, tecnológicas y pedagógicas de prácticamente todos los sistemas educativos en el mundo. Esto ha implicado sobretodo la necesidad de replantear y desarrollar actividades académicas desde la virtualidad y a través del uso de múltiples tecnologías por parte de maestros y estudiantes. Mantenernos en casa ha significado migrar de las aulas convencionales a espacios, tiempos, interfaces y lógicas virtuales y digitales de la más amplia diversidad.

    Este tránsito y adaptación de las prácticas educativas a los entornos digitales, nos invita a reconocer esta oportunidad histórica para entender la educación desde otras perspectivas que reconozcan nuevos significados y prácticas que las tecnologías y la cultura han impulsado desde hace tiempo en nosotros, y que con la pandemia se han exacerbado. Este descentramiento de lo educativo no sólo implica transformaciones espaciotemporales de los procesos de aprendizaje, sino que además supone el reto de reconocer y resolver las brechas que se abren o han extendiendo entre los actores de la educación.

    Estas son algunas de las preguntas que nos pueden ayudar a comprender la situación actual en el ámbito educativo. ¿Qué tan profunda ha sido la transformación educativa y cómo han resuelto las distintas instancias de la sociedad la urgencia de una educación fuera de los entornos habituales?, ¿qué tipo de implementaciones pedagógicas y tecnológicas se están usando como alternativa de solución?, y ¿cómo son las brechas que se abren o profundizan entre los que tienen acceso y competencias técnicas y los que no? Es momento de comenzar a imaginar y pensar cómo es que la pandemia afectará a la educación en el futuro inmediato.

    Coordinador del número: José Manuel Corona-Rodríguez

  • Encuentros y divergencias en educación sexual. Julio-diciembre 2020
    Núm. 21 (11)

    Hace un siglo que la laicidad educativa adquirió un estatus de principio constitucional en México, sin embargo, las políticas de educación para la sexualidad se han dado de manera progresiva a través de luchas entre actores sociales y la respuesta a situaciones emergentes para enfrentar desafíos demográficos o de salud pública, y también ha sido parte de un proceso de democratización y cambio cultural que ha transformado la perspectiva que se tiene de la sexualidad y los fenómenos que a ella involucran.

    No obstante se trata de un tema relevante, la investigación educativa sobre la educación para la sexualidad es todavía un campo con poca producción; pero los trabajos de análisis de currículum, intervenciones educativas y debates ideológicos sobre educación sexual en los últimos años han contribuido a entender lo que sucede en la sociedad amplia más allá de los centros escolares.

     

    Coordinador del número: Armando Javier Díaz Camarena

  • Etnografías. Niñas, niños y jóvenes en contextos educativos. Enero-junio 2020
    Núm. 20 (11)

    Unos cuantos trabajos etnográficos realizados por investigadores a lo largo de los últimos ochenta años muestran que la participación de niños/as y jóvenes en el trabajo de campo es clave para lograr hallazgos en la investigación social en contextos educativos. Durante las últimas cuatro décadas un conjunto de elementos coyunturales y contextuales de orden político, económico, jurídico, social, ético, ha conjugado de manera compleja y generado una tendencia creciente e inédita en la investigación etnográfica de y sobre las infancias y las juventudes. Esta tendencia ha sido parte de un movimiento mundial de afirmación de derechos de niños/as y jóvenes que en la investigación social se expresó a través de debates tales como el problema de su escaso reconocimiento como actores sociales con agencia; la dificultad para distinguir la niñez, la infancia y la juventud como una complejidad múltiple y diversa; la minimización de categorías analíticas como la edad y la generación; la subestimación de los/as niños/as y los jóvenes como individuos activos/as en los procesos de producción y reproducción social, entre otros.

    Las estrategias para contrarrestar las formas de silenciar a niños/as y jóvenes se multiplicaron en la investigación social desde diversas disciplinas y paradigmas que generalmente coincidieron en considerarlos/as como sujetos activos durante los procesos de socialización “descubriendo que pueden enseñar ‘cosas’" a los adultos. Además, existe un cierto consenso en torno a la idea de que la etnografía, como enfoque de investigación, es particularmente apropiada para incorporar a los/as niños/as y a los/as jóvenes al darles voz y participación en los procesos de producción de conocimiento, de la misma manera que a otros/as interlocutores.

     

    Coordinadora del número: Diana Milstein

  • Educación, derechos y no discriminación. Julio-diciembre 2019
    Núm. 19 (10)

    Pobreza, desigualdad y exclusión son términos que revelan una grave problemática de las sociedades contemporáneas. Desarrollo, igualdad e inclusión son vocablos que expresan, en contraparte, la intención y los objetivos públicos de revertir y solucionar estos problemas sociales. Se admite que estos fenómenos estructurales no se reducen a la dimensión económica y que es necesario incorporar en los estudios, discusiones, diseño de políticas públicas y procesos educativos, otros factores de orden cultural y educativo, social y político, incluso identitario, que son decisivos para entender la realidad y estar en condiciones de transformarla. Sin duda, la educación es un terreno disputado en el que confluyen distintos fines políticos y educativos, instituciones y programas, conceptos y significados, así como modalidades y prácticas; desde siempre y dada su naturaleza, se depositan en ella múltiples expectativas y proyectos colectivos, así como demandas y exigencias al Estado. La inclusión aparece en este contexto discriminatorio como uno de los desafíos de la educación en las democracias.

    La discriminación, entendida como desigualdad de trato que tiene su sustento en prejuicios, estereotipos y estigmas culturales, atraviesa el ámbito educativo y acrecienta la duda sobre la capacidad de las instituciones y los alcances de las políticas públicas para contenerla y enfrentar la desigualdad estructural. Se advierte que la educación en sus distintos niveles y modalidades es un bien social distribuido y aplicado en forma desigual, incluso, inaccesible para muchos grupos sociales por razones que no sólo obedecen a la disponibilidad y adecuada distribución de recursos económicos, sino también a factores culturales y políticos: clasificaciones identitarias colocan a personas y colectivos en situaciones de desventaja y de exclusión educativa.

    Aun cuando el principio de igualdad y el derecho antidiscriminatorio están insertos en la agenda democrática nacional y despliegan un nuevo escenario legal e institucional, ambos se ven invalidados por la realidad resultante de un modelo económico que produce una sociedad estructuralmente injusta. Cada vez que se limita, anula o impide a una persona o grupo social el ejercicio efectivo de un derecho, de manera destacada el derecho a la educación, a causa de alguna característica identitaria (origen étnico, género, edad, condición de discapacidad o migratoria, preferencia sexual, identidad y expresión de género, creencia religiosa, entre otras) se está ante prácticas discriminatorias. Por otra parte, cabe considerar que los estudios acerca de la discriminación tienen un origen muy reciente y todavía no constituyen un paradigma estable en las ciencias sociales.

    A los reclamos tradicionales de acceso a la educación, se han sumado otras exigencias relacionadas con la inclusión de las diferencias y el ejercicio pleno del derecho a la educación. La cobertura educativa es tan sólo uno de los indicadores que expresa hasta qué punto la sociedad garantiza la igualdad de oportunidades; ahora se plantea la inclusión educativa como uno de los retos, no sólo técnico sino conceptual y político, para la construcción de la democracia en el país. Para dinamizar procesos de igualdad de trato es necesario entender los procesos y las situaciones de trato desigual que se dan en los entornos institucionales educativos específicos, desde un marco conceptual consistente y una perspectiva de derechos humanos. La inclusión de las diversas identidades que conforman la sociedad es un campo de estudio que acoge distintos y novedosos acercamientos teóricos, diversas narrativas y modelos para su realización, dentro de un terreno controvertido y disputado por los distintos actores que intervienen en él.

    Coordinadora del número: Teresa González Luna Corvera

  • Biografía social de maestros/as: nuevos horizontes de conocimiento. Enero-junio 2019
    Núm. 18 (10)

    A través de este número temático se pretende enriquecer la mirada sobre diversas facetas del campo de la enseñanza, teniendo como foco central a las y los profesores. La biografía social, en tanto propuesta teórica y metodológica, permite conocer la vida social y cultural de un colectivo y de una época desde las vivencias personales. Con el estudio de los sujetos de la enseñanza, particularmente de los maestros/as, se pretende mostrar su capacidad de agencia en la hechura diaria de lo educativo. A través de la descripción y seguimiento de sus trayectorias de vida es posible esclarecer la forma como los mentores interactúan con las condiciones materiales y simbólicas de la enseñanza, con las comunidades escolares, con las políticas educativas, con los modelos pedagógicos, con las propuestas didácticas y materiales educativos que circularon en sus espacios de trabajo.

    Este acercamiento al mundo escolar pretende revelar que, en el marco de las políticas educativas y de las condiciones de enseñanza, existe un trabajo cotidiano que desarrollan profesores, alumnos y padres de familia y atenderlo permite conocer las especificidades de la enseñanza en distintos planos espaciales y temporales.

    Este campo de indagación surge de la renovación que ha experimentado la historia social y cultural en su búsqueda por desentrañar la compleja red de relaciones que se teje entre la estructura y los sujetos, entre lo colectivo y lo individual, entre lo prescrito y lo real. Como proponen historiadores como Dosse (2007) y Polgovsky (2010) desde la biografía social se pueden identificar los acontecimientos y procesos que fueron definitorios en la historia del sujeto, considerando la familia, la formación y la actividad laboral. Dinámica donde indudablemente los hacedores del trabajo educativo expresan su capacidad de crear y recrear las experiencias de enseñanza. En esa lógica, en México destacan los trabajos de Mary Kay Vaughan, Milada Bazant, María Teresa Fernández Aceves y Carlos Herrejón Peredo, quienes han abierto un amplio debate e interesantes sugerencias para historiar a los maestros y maestras.

    Coordinadores del número: María Guadalupe García Alcaraz y Luciano Oropeza Sandoval

  • Challenges of police training in democracy

    Desafíos de la formación policial en democracia. Julio-diciembre 2018
    Núm. 17 (9)

    Si se mira apenas hacia atrás, se podrían refrescar los momentos más ilustrativos del recorrido en el que las instituciones policiales en la región latinoamericana y en diversas partes del mundo adquirieron el estatus innegable de problema público constantemente examinado bajo la lupa mediática. Ese ejercicio nos estacionaría en cuestiones de corrupción (que abarca desde el pago de cuotas a jefes policiales, extorsión, secuestro, homicidios y crimen organizado), ineficacia para prevenir y administrar el delito, la inexistencia de procesos de inteligencia social preventiva para anticiparse a las situaciones que generan condiciones de violencia e ingobernabilidad o los históricos lazos ocultos e ilegales con la clase política que le han dado sentido a lo que algunos estudiosos han llamado el desgobierno político de la seguridad. Si se quiere revertir este panorama, es necesario impulsar procesos de reforma policial profundos, integrales y sostenidos. Pese a las resistencias naturales que implica cualquier cambio, estas organizaciones encargadas de mantener el orden y hacer cumplir la ley enfrentan hoy el complejo desafío de participar en un continuo proceso de reinvención a fin de alcanzar la efectividad que la sociedad demanda de su parte. Cambios profundos de sus estructuras y mentalidades al interior de sus propias filas y el reposicionar de la figura del policía en una sociedad cada vez más desencantada con sus funciones y resultados. Esto es, transformar y modernizar la misión social de la policía para que se reconozca el importante papel que juegan en la gobernabilidad democrática.

    Uno de los temas que más presente ha estado cuando se habla de reforma policial es el de la urgente formación y profesionalización de la policía. La falta de profesionalización policial favorece que se sedimenten formas arbitrarias, ineficaces e ignorantes de la legalidad tanto en el uso de la fuerza como en la consecución de las tareas propias de cada cuerpo policial. La idea generalizada de que la policía debe ser profesional funciona como referente simbólico que la gran mayoría acepta, aunque ello no merezca todavía un significado preciso y acabado. En ese sentido, el tema de este número de la revista se pregunta, ¿cómo se forma a la policía para la democracia?, ¿quiénes tienen hoy legitimidad para formar a un policía en nuestros países?, ¿cuál es la fuente de legitimidad y cuál es el conocimiento que debe transmitirse para la formación y profesionalización de un/a policía en democracia? ¿Cómo están siendo estos procesos y en qué medida están siendo congruentes con las rutinas reales del policía en servicio en contextos multicomplejos y de operación diversos? Se busca, promover una reflexión y discusión crítica sobre la formación, los sistemas de educación, el entrenamiento policial y su capacidad para funcionar como vehículo para la inducción de criterios, conocimientos científicos y técnicas encaminadas a satisfacer las normas y expectativas que sostiene la democracia. Al tiempo, el propósito de este debate es la generación de propuestas encaminadas a la adopción de nuevas perspectivas que tracen con nitidez una relación directa entre la calidad democrática de la educación, la profesionalización policial y la calidad democrática de las decisiones que adopta el policía en su quehacer cotidiano.

    Coordinadora del número: María Eugenia Suárez de Garay

  • Más allá de las aulas. Enero-junio 2018
    Núm. 16 (9)

    La investigación educativa es un campo amplio, con numerosas ramas para explorar el fenómeno de lo educativo. Si ya los temas para investigar sobre los sistemas de educación formal son incontables, podríamos argumentar que hay suficientes problemáticas para ocupar a las y los investigadores en esta área de manera exclusiva. No obstante, a partir del reconocimiento de las deficiencias en la calidad y la cobertura, se vuelve imprescindible, asimismo, valorar los proyectos que se elaboran con y para las personas excluidas de estos sistemas, que buscan “garantizar” el derecho a la educación. Es por eso que el número 16 de la revista Diálogos sobre educación. Temas actuales en investigación educativa propone analizar los proyectos educativos que se llevan a cabo más allá de los espacios tradicionales para la enseñanza.

    Existe una plétora de proyectos de educación impartidos por organizaciones de la sociedad civil, grupos religiosos, académicos o comunitarios, entre otros, interesados en desbordar los espacios escolares y los modelos educativos formales para explorar otros caminos. La mayoría de estas iniciativas tiene su origen en las emociones, y por ende muchas carecen de programas formales, evaluaciones de impacto y recursos básicos. Sin embargo, a lo largo de la última década ha habido numerosos esfuerzos por profesionalizar y fortalecer proyectos de este tipo desde el ámbito académico. Esperamos que este número de la revista contribuya a la difusión de algunos programas exitosos y al desarrollo de una mirada crítica sobre el lugar social que ocupa la educación fuera del aula.

    Coordinadora del número: Rebecca Danielle Strickland.

  • Educación en América Latina: perspectivas históricas. Julio-diciembre 2017
    Núm. 15 (8)

    Comprender la historia de la educación como la historia de los procesos no solo educativos sino también pedagógicos, de las instituciones docentes, de los acontecimientos políticos o económicos que la han marcado, más las actitudes y comportamiento en sociedades determinadas y el papel del maestro, entre otros factores, nos conducirá a enfatizarla como ciencia histórica, social y educativa que estudia una parte del comportamiento y la actividad humana. Pues todo fenómeno, teoría o idea sobre este campo, se debe registrar en el contexto de las condiciones culturales, sociales, económicas y políticas donde se concibe, por ello reclama del historiador, del investigador o del educador mismo, un tratamiento interdisciplinar, necesario para su objeto de estudio.

    Por consiguiente, conocer la historia de la educación posibilita al ser humano desarrollar la conciencia de su posición personal dentro de la sociedad y debe ser común a todos, independiente de la actividad o profesión que ejerza, el grado escolar, la edad y la clase social a la cual pertenezca. Más aún, aprender, recrearse y sentir esta historia debe constituirse en un objetivo personal. El compromiso de enseñarla, escribirla o difundirla, implica una responsabilidad, una conciencia y un conjunto de acciones mucho mayor de lo que se le atribuye.

    Coordinadores del número: María Mercedes Molina Hurtado y Yobenj Aucardo Chicangana Bayona

  • Políticas de educación superior. Enero-junio 2017
    Núm. 14 (8)

    En los últimos treinta años, el mundo de la educación superior ha pasado por numerosos cambios. Ha enfrentado transformaciones cuyas manifestaciones pueden evidenciarse en la diversificación de las instituciones tanto públicas como privadas, la heterogeneidad de los estudiantes, la diversidad de las formas de gobierno, los intentos de modernización y control de financiamiento ideados por y para las instituciones, y las propias transformaciones de los actores que las integran.

    A la par de estas mudanzas, el papel de las instituciones de educación superior como formadoras y proveedoras de ciudadanos y profesionales idóneos para el desarrollo social, económico, cultural y político del país, ha sido a menudo sometido a debate cuando no francamente cuestionado. Además de los cuestionamientos sobre la ideoneidad o la pertinencia de la educación superior, las instituciones encargadas se han venido enfrentando a nuevos desafíos, para los cuales no siempre han tenido soluciones, o a menudo éstas han sido erráticas y de corto alcance. Ello para decir que la educación superior mexicana y latinoamericana se ha visto desafiada en las últimas décadas por viejos y nuevos problemas que han demandado la adopción de diversas políticas públicas. Las instituciones y actores involucrados en la provisión de este servicio educativo han tenido que enfrentarse a cuestiones relativas a la ampliación de la matrícula, a la atención a grupos otrora excluidos de la educación superior, a la necesidad de diversificar las fuentes de financiamiento, a las exigencias del Estado en relación a la calidad y la evaluación, al imperativo de mayor vinculación entre sectores de la sociedad, a la integración de las nuevas tecnologías de información en el quehacer educativo, a la generación de conocimiento y de soluciones a los problemas nacionales, a la capacidad para adaptarse a un mundo sumamente dinámico, global y competitivo. Las decisiones adoptadas para atender estas nuevas realidades no han sido suficientes y sus impactos han resultado muchas veces precarios, cuando no perversos.

    Hoy más que nunca la educación superior en México y en América Latina (por no decir en todo el mundo) vive circunstancias particularmente desafiantes: realidades sumamente cambiantes y diversas que exigen nuevas políticas de formación, de desarrollo de capacidades y aptitudes para adaptarse a un entorno de incertidumbre. Estas y otras situaciones hacen que sean imperiosos el análisis, la discusión, la crítica informada y las propuestas razonadas en torno a las políticas públicas de educación superior. La revista, en este número, abre un espacio para confrontar reflexiones, compartir resultados de investigación e ideas que puedan contribuir a pensar en políticas alternativas de cara a los nuevos desafíos de la educación superior.

    Coordinadores del número: Nayeli Quevedo Huerta, Ducange Médor y Beatríz Adriana Bustos Torres

  • Educación, racismo e interculturalidad. Julio-diciembre, 2016
    Núm. 13 (7)

    En la era del multiculturalismo neoliberal y de las políticas internacionales que abogan por la inclusión educativa, se han exacerbado las prácticas xenofóbicas y racistas que culminan en la violación de los derechos humanos. Atendiendo que el racismo y la xenofobia son componentes que organizan jerarquías de poder en las múltiples esferas de las relaciones sociales, estas prácticas no se resuelven con campañas de información, de capacitación o con medidas de acciones afirmativas, como es el caso del acceso y permanencia de los pueblos originarios en la universidad. Antes bien, la escuela se encuentra ante el desafío de transformarse de manera profunda y cuestionar los entramados coloniales y nacionalistas por los que se ha regido, poniendo el ojo crítico en el carácter eurocéntrico de sus estructuras, en donde a lo largo de décadas se han reproducido currículos monoculturales y castellanizadores que privilegian a unos e invisibilizan a otros.

    De esta manera, el monográfico pretende analizar los factores, las formas y los sentidos del privilegio y del racismo en la educación en México y América Latina. Además de los procesos de discriminación institucional y exclusión que generan las políticas públicas hacia las llamadas minorías étnicas o políticas (pueblos indígenas, la comunidad china o la población afromexicana, entre otros), nos interesa escudriñar de manera crítica y transdisciplinaria las prácticas cotidianas que se expresan explícita y sutilmente en la socialización, el aprendizaje, la convivencia en la vida diaria de las escuelas públicas y privadas, de educación inicial, básica, medio superior y superior. Con ello se pretende interrogar el carácter racista de la educación para develar aquellos obstáculos que impiden el ejercicio de una interculturalidad plena, que contribuya a la democratización de sociedades plurales.

  • Educación y formación. Enero-junio 2016
    Núm. 12 (7)

    ¿Cómo pensar el tema de la diferencia en el ámbito de la educación, en el contexto de la llamada globalización?, ¿qué implicaciones tiene hacerlo? Este número tiene en el centro de su contenido temático estas preguntas que son reflexionadas desde distintos ángulos y problemáticas concretas. 

    En las últimas décadas se ha insistido en la importancia de combatir la discriminación en el ámbito educativo; se ha señalado este fenómeno en relación con el género, con la etnicidad, con los grupos de edad, con las necesidades educativas especiales, y otras diferencias cada vez más presentes en este ámbito. 

    El concepto de diferencia ha tomado relevancia en la teoría social contemporánea a partir de tres fuentes básicas: el pensamiento feminista, la teoría literaria y el psicoanálisis, desde los cuales es posible decir que dicho concepto puede ser entendido en tres planos distintos: como una diversidad de la experiencia, como un significado posicional y directamente relacionado con la diferencia sexual.

  • Lectura y Educación. Julio-diciembre 2015
    Núm. 11 (6)

    En la actualidad, la posibilidad de comprender el significado que se encierra en la palabra escrita forma parte de la vida cotidiana, sin embargo, el desarrollo de la habilidad lectora es sumamente complejo, y puede llegar a ser un factor de diferenciación y exclusión social hacia quienes no saben leer y escribir. A pesar de que la alfabetización se considera un derecho humano asociado a la educación, en América Latina se estima que más de 40 millones de personas adultas no saben leer, mientras que en México la cifra estimada en personas mayores de 15 años es de 5.4 millones. 

    Por otra parte, el acceso a servicios escolares no determina que un niño aprenda a leer, hoy en día se estima que alrededor de 10% de los niños que inician el aprendizaje lector experimentarán dificultades para alcanzar su dominio, por lo cual resulta relevante el análisis y reflexión de los procesos implicados en el aprendizaje de la lectura, así como de las estrategias utilizadas en la enseñanza.

    Al ser la lectura uno de los aprendizajes básicos que determinan el acceso al conocimiento formal así como la posibilidad de participar en forma activa dentro de la sociedad, resulta muy relevante tratar de comprender cuáles son los factores tanto sociales como cognitivos que inciden en la adquisición y desarrollo de la lectura.

    Finalmente, cabe preguntarnos qué sucede con quienes aprenden a leer, qué tipo de prácticas lectoras se realizan, cómo incide este aprendizaje en la generación de nuevos conocimientos y destrezas, qué representa la lectura en una sociedad alfabetizada.

    No es suficiente analizar el proceso y problemática de la competencia lectora; los estudios de la sociología de la lectura explotan una veta interesante relacionada con los consumos culturales. Por ejemplo, hoy en día hay una fuerte presencia de los libros denominados de autoayuda que son los que tienen el más alto tiraje y número de ventas. Las novelas de corte sentimental se han convertido en la nueva moral juvenil y los indicadores de lectura permiten inferir nuevos problemas que aquejan tanto a los padres como a los lectores núbiles.

  • Infancias, escuela y educación. Enero-junio 2015
    Núm. 10 (6)

    El impacto de las crisis sociales y de gestión pública que en los últimos tiempos ha sufrido la región latinoamericana ha generado investigaciones y debates sobre las distintas problemáticas que atañen a niños y niñas en el continente, develando, de manera central, que se trata de infancias distintas a pesar de que se insiste en alcanzar modelos hegemónicos que resultan ajenos a las experiencias singulares y colectivas concretas.

    Ya desde los últimos años del siglo pasado algunas reflexiones apuntaron el fin de la niñez, de aquella concepción moderna que configuró la escuela –junto con el hogar- como el espacio social ideal en el que niños y niñas se formarían y cohesionarían colectivamente, como entes de “naturaleza” distinta a los adultos, sujetos a una institución que les sería propia y mediante la cual atravesarían procesos normativos que les permitirían integrarse a un orden social.

    En relación con la escuela y la educación, las discusiones giran en torno a los problemas de aprendizaje y la educabilidad del niño, problemas de conducta, violencia exacerbada y sistemas de castigo, así como aquello que el propio modelo no comprende: niños y niñas indígenas para quienes el español no es su lengua materna, a quienes se les han configurado prototipos particulares de enseñanza que acusan enormes deficiencias, o estudiantes apurados por abandonar las aulas porque el trabajo los espera.

    Pensar en esta triada, por tanto, abre la posibilidad de observar dentro y fuera de las aulas escolares para reflexionar sobre aquellos niños y niñas a quienes hoy el modelo educativo no les es suficiente, en esas otras infancias que han quedado fuera de la escuela pero que atraviesan procesos sociales que pueden ser pensados desde estas tres categorías, también problematizadas con otras nociones: disciplinamiento, violencia y abandono, por mencionar algunas.

  • México al 2018: reforma educativa, políticas educativas y proyecto de nación. Julio-diciembre 2014
    Núm. 9 (5)

    La reforma educativa iniciada en 2013 así como la publicación del Plan Nacional de Desarrollo y del Programa Sectorial de Educación del Gobierno de la República al 2018, han dado pie a un intercambio de ideas, debates y propuestas entre especialistas de índole distinta. La revista electrónica Diálogos sobre Educación. Temas actuales en investigación educativa, se propone como un espacio que busca conjuntar análisis desde diversas ópticas acerca de la nación que podemos esperar al 2018 a la luz de los cambios educativos actualmente en proceso.

    Entre los temas que ponemos a consideración para la discusión están:

    a) Los niveles de articulación entre Reforma educativa, Políticas educativas y Programa Sectorial de Educación en el marco de un Plan Nacional de Desarrollo que, a diferencia de los anteriores, ha establecido a la educación con calidad como una de las cinco metas nacionales y considera entre sus estrategias transversales la perspectiva de género junto con la democratización de la productividad y la modernización del gobierno.

    b) Las dimensiones, niveles y elementos ponderados, así como aquellos que han pasado a segundos términos o incluso no han sido considerados, al establecer a la educación con calidad como una prioridad nacional.

    c) La manera en la que debe articularse la búsqueda de la educación con calidad con el impulso a la ciencia y al desarrollo tecnológico en el país.

    d) La dimensión internacional del campo educativo mexicano.

    e) Los retos de una verdadera inclusión de la perspectiva de género en la educación en México.

    f) Los avances y logros en materia educativa que podemos esperar al 2018 dadas las circunstancias actuales ¿Qué es lo que nos van seguir debiendo?

    g) La manera en la que la búsqueda de una educación con calidad habrá de colaborar para el logro del proyecto de nación perfilado por el Gobierno Federal.

  • Sujetos de la educación y cultura. Enero-junio 2014
    Núm. 8 (5)

    El presente número de Diálogos en Educación se articulará en torno a la reflexión sobre la gesta de los sujetos a partir de las relaciones con sus objetos amorosos, es decir, aquellos seres humanos que los cuidan, haciéndoles posible su desarrollo y su inserción en el mundo cultural.

    Más desvalidos que los individuos de otras especies, hemos sobrevivido gracias al desarrollo de la inteligencia y la creación de cultura. Nuestra vida ocurre en un vaivén dialéctico entre el afán de sustentar y hacer posible la expresión de nuestra singularidad y la exigencia de convivir y participar en el sustento y la recreación cultural.

    Aquí invitamos a hacer una reflexión sobre los múltiples campos en los que se manifiesta esa dialéctica entre los sujetos y sus culturas de adscripción, así como sobre la manera como la educación incide en las singularidades y en el freno o promoción del cambio cultural.

  • Educación y diferencia: etnia, clase, género, generación. Julio-diciembre 2013
    Núm. 7 (4)

    ¿Cómo pensar el tema de la diferencia en el ámbito de la educación, en el contexto de la llamada globalización?, ¿qué implicaciones tiene hacerlo? Este número tiene en el centro de su contenido temático estas preguntas que son reflexionadas desde distintos ángulos y problemáticas concretas.

    En las últimas décadas se ha insistido en la importancia de combatir la discriminación en el ámbito educativo; se ha señalado este fenómeno en relación con el género, con la etnicidad, con los grupos de edad, con las necesidades educativas especiales, y otras diferencias cada vez más presentes en este ámbito.

    El concepto de diferencia ha tomado relevancia en la teoría social contemporánea a partir de tres fuentes básicas: el pensamiento feminista, la teoría literaria y el psicoanálisis, desde los cuales es posible decir que dicho concepto puede ser entendido en tres planos distintos: como una diversidad de la experiencia, como un significado posicional y directamente relacionado con la diferencia sexual.

  • Número especial: Políticas públicas de educación en el contexto Latinoamericano. Enero-junio 2013
    Núm. 6 (4)

    La vinculación entre políticas públicas y educación ha sido tema de análisis a lo largo de la historia, a veces sin que pueda establecerse de manera nítida hasta dónde las políticas orientan y dan sentido a las acciones educativas, o si dichas políticas logran impactar a los grupos sociales para los que son destinadas hasta el punto de contribuir a la formación de identidades nacionales, regionales o locales por medio de los diversos programas educativos. Por otra parte, las políticas públicas de educación encuentran, cada vez más, diversas reacciones entre los actores institucionales y sociales; se trata ahora de una doble vía en donde no es tan simple imponer las políticas como decisiones unilaterales, por ello todas las voces tienen que ser oídas, las “autorizadas” de los expertos diseñadores de políticas, las de los investigadores que aportan conocimiento que puede orientar la toma de decisiones y las de quienes viven en lo cotidiano las consecuencias de dichas decisiones como son los educadores, los estudiantes y la población en general. Este es el panorama desde el cual fueron abordados los diversos artículos que conforman este número de la revista, ubicados fundamentalmente en el contexto de lo que ocurre en Latinoamérica. Son artículos que nacieron asociados al XVI Encuentro Internacional de Investigación Educativa que tuvo lugar en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en el mes de noviembre de 2012 y cuyos autores tuvieron la gentileza de entregarlos como colaboración para la revista Diálogos sobre Educación.

  • Educación y culturas digitales. Julio-diciembre 2012
    Núm. 5 (3)

    La educación está en el corazón mismo de la condición humana; por esta razón, toda reflexión sobre lo educativo alude a nuestro ser y actuar como miembros de una comunidad, a las maneras como contribuimos a conformarla y a los procesos de generación de subjetividades colectivas que hacen posible la vida en común. Bajo este ángulo, la sección temática “Educación y culturas digitales” tiene como propósito adentrarnos en las múltiples relaciones que se establecen entre la educación y la cultura contemporánea, fuertemente marcadas por el uso de tecnologías de información y comunicación. Llamamos “culturas digitales” al entramado de significado y acción social vinculado al uso cada vez más intensivo de dichas tecnologías; se escribe en plural para subrayar la imposibilidad de examinar el amplio universo que conforman bajo una sola directriz o lente analítico. Por su parte, la educación es entendida en su concepción más amplia, que incluye prácticas escolares o propiamente orientadas a la instrucción, al igual que toda actividad que involucre una producción social de conocimiento.

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